¿Qué hago con el aspartamo?

Hace unos días, la OMS ha clasificado al aspartamo como posiblemente carcinógeno para los seres humanos (Grupo 2B). Sí, cabe esa posibilidad.

He hecho este vídeo para explicar sin titulares alarmantes lo que estoy recomendando con el aspartamo y demás edulcorantes.

Desde su creación en el 1965, este edulcorante no ha estado exento de polémica, lo que ha llevado a hacer muchos estudios con él. Es usado en más de 5000 referencias alimentarias y su poder edulcorante, es 200 mayor que el del azúcar.

Se indicó médicamente ya hace muchos años para personas que debían perder peso y especialmente en embarazadas para que no engordasen.

Yo ya sabía y era consciente del poder cancerígeno de estos compuestos desde primero de carrera pero lo que se sabía, era que en ratones la dosis peligrosa era exageradamente alta. Ni un humano estaba expuesto a estos niveles de edulcorante.

Perl la controversia viene servida cuando el Istituto Ramazzini, un centro de investigación científica italiano independiente, encuentra riesgo cancerígeno en pequeñas dosis y también dosis-dependiente e incluso en crías de roedores que han ingerido aspartamo. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya ha cuestionado la trazabilidad de estos estudios, con lo que rebaja mucho el nivel de alerta inmediata. De todo este embrollo, sacamos que todavía faltan muchos más estudios para evidenciar estos hallazgos en humanos y concretar las dosis de riesgo.

Otros estudios destacan que el azúcar también puede tener riesgo cancerígeno y otros nos describen que los edulcorantes no han ayudado en nada en la epidemia de la obesidad y tampoco en mejorar el perfil lipídico ni la glucemia.

Ante esta evidencia, os propongo reducir o quitar estos productos de nuestra dieta. No todo tiene que ser dulce. Siente el sabor real de los alimentos. El café que sea bueno y amargo, el yogur con ese toque ácido y evitar transformar todo en dulce. Si todo lo hacemos dulce, nuestro paladar y nuestro cerebro (eje paladar-cerebro) van a querer más y más dulce, abriendo un círculo vicioso en nuestra alimentación.

Si quieres usar edulcorantes porque necesitas mitigar el sabor real de algunos alimentos, usa la menor cantidad posible.

No todo tiene que ser dulce.

No olvides el agua, el real alimento para hidratarte. Cuando tengas sed, bebe agua y cuando quedes con los amigos y familia, pídete una agua con gas con hielo y limón y lo disfrutarás igual sin activar ese eje paladar-cerebro.

Referencias bibliográficas:

doi: 10.1080/10408398.2017.1304358.

doi: 10.1186/s12940-021-00725-y.

doi: 10.1371/journal.pmed.1003950.

doi: 10.1080/19338244.2013.828674.

doi: 10.1093/nutrit/nux035.

doi: 10.3390/nu13061957.

Adelgazar a toda costa! KETO + análogos del GLP-1

Ya hace meses que van surgiendo casos de personas que me preguntáis acerca de la pérdida de peso utilizando una dieta cetogénica (#keto o #cetosis) y además los famosos medicamentos análogos del GLP-1 como #Ozempic® o #Saxenda®.

Mira mi vídeo de YouTube aquí

Los medicamentos, sean para lo que sean, deben ir siempre acompañados por una prescripción profesional (receta médica) ya que tienen sus indicaciones y pueden acarrear algunos efectos secundarios que vamos a tener que solventar.

La expectativa en este caso, es adelgazar. Pero ¿vale todo? ¿Es bueno utilizar todas las terapias que tenemos a mano?

La cetosis nutricional es archiconocida. Cabe recordar que hay dietas cetogénicas de todo tipo y que el objetivo del paciente, define qué tipo de dieta cetogénica hay que prescribir. Sí, este tipo de #dietas también tienen sus indicaciones y sus contratiempos, con lo que me quedo más tranquilo si digo que la prescripción médica y el seguimiento deben ser inevitables.

En mi práctica profesional suelo usar productos proteicos de alta calidad para llegar a una cetosis nutricional y así quemar la grasa que sobra y mantener la masa muscular. Es una terapia muy segura pero que requiere siempre de control médico. Esta dieta con productos propicia que nuestro cuerpo no tenga picos de insulina y sea el glucagón quien salga a la sangre a buscar glucosa. No quiero enrollarme con estas dos hormonas, pero sólo quiero indicar que al elevarse el glucagón por encima de la insulina, se activa la quema de grasa y aparecen los cuerpos cetónicos (¡qué tan maltratados han sido por muchos profesionales!). Cuando el glucagón logra encontrar glucosa libre en sangre, vuelve a elevarse la insulina para utilizarla como energía. Ahí se para la cetosis hasta que el cuerpo requiera más energía y sólo estén disponibles los cuerpos cetónicos. Es un mecanismo de compensación clásico.

Cuando estamos perdiendo grasa con una cetosis nutricional, es fundamental no elevar la insulina.

El tratamiento con estos análogos del GLP-1, y los más conocidos son Ozempic® o Saxenda® pero existen algunos más, se reservan para pacientes con #diabetes el primero y con #obesidad el segundo. Son las indicaciones establecidas. Otra cosa es que algunos médicos lo usen fuera de la indicación porque no existen fármacos eficaces para la pérdida de peso. Existe la #dietacetogénica pero su desarrollo veo que está aún reservado a médicos más expertos en la materia.

Estos medicamentos están en el vademécum con las ventajas de mejorar el perfil glucémico de los pacientes (descienden la Hb1Ac), retrasar el vaciado gástrico (disminuyen las ganas de comer) y aumentan cerebralmente la sensación de saciedad. Son una herramienta muy válida a día de hoy para tratar a ciertos pacientes. Pero su mecanismo de acción es el de aumentar la insulina después de cada comida. Es por ello, que utilizar juntamente una terapia dietética que requiere una insulina baja, con otra terapia que eleva la insulina, no me parece muy beneficioso para aquellos pacientes que buscan soluciones y efectividad.

A parte queda que no hay bibliografía científica acerca del uso concomitante de las dos terapias y dudo que la haya a corto plazo porque carece de sentido promover un método con esta incongruencia.

Quiero añadir para ir finalizando, que la cetosis nutricional también quita el hambre y aumenta la saciedad y es muy buena terapia para el control del perfil glucémico y hasta incluso se puede hablar de remisión de diabetes tipo 2.

El uso de una u otra terapia debe estar reservado al médico y a su experiencia, pero no conjuntamente, a mi modo de ver.

¿Por qué es importante el omega-3?

Es bien conocido que una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para mantener una buena salud. Uno de los nutrientes más importantes que no se nos puede pasar por alto es el ácido graso Omega-3, especialmente los componentes activos EPA y DHA, por su alto poder antiinflamatorio.

Así, a grandes rasgos, se dice que los omega-6 son inflamatorios y los omega-3 son antiinflamatorios. Puedes también ver el vídeo en YouTube.

La verdad es que tanto los omega-3 como los 6 son grasas poliinsaturadas, nada mal, que las obtenemos de la dieta fundamentalmente de fuentes vegetales y animales. Los dos tipos de grasa van a generar dentro de nuestro cuerpo unas moléculas más activas: los omega-6 intentarán formar ácido araquidónico (AA) y los omega-3 intentar formar ácido eicosapentaenoico y docosahexaenoico (EPA y DHA). Esta transformación interna es bastante deficiente y competitiva. Por ejemplo, la transformación del omega-3 de fuentes vegetales a los metabolitos activos EPA y DHA es aproximadamente de un 5-7%, pero si sufrimos de alguna enfermedad crónica como diabetes, exceso de grasa, fumamos, estamos estresados o mala alimentación, esta transformación baja al 3-5%.

Por suerte, estos metabolitos activos, también los podemos obtener de la dieta:

El AA lo podemos obtener directamente de los huevos, aves de corral, carnes y pescado azul. Comiendo estos alimentos ya tenemos solventado el ingreso de omega-6. 

El EPA y el DHA los obtenemos directamente comiendo pescado graso o azul, caviar o algunas algas. 

Por tanto, primera conclusión: va a depender de nuestra dieta las cantidades que tengamos de estos omegas. La segunda conclusión es que veganos y vegetarianos tienen una fuente vegetal para obtener omega-3 y omega-6, pero no es suficiente y deberán recurrir a una mejor alimentación o suplementos nutricionales.

Todos los omegas tienen efectos beneficiosos para nuestra salud y un equilibrio entre ellos nos proporciona efectos beneficiosos que veremos a continuación. No es cierto que el omega-6 sea el malo y el inflamatorio y el omega-3 sea el salvador todo, pero sí es cierto que, como mínimo en el mundo occidental, la mayoría de la gente come en exceso alimentos con omega-6 y menos alimentos con omega-3. Esta situación desequilibra la relación entre los dos omegas. 

La proporción saludable debería ser 4 moléculas de omega-6 por 1 de omega-3.

Los beneficios de tener una buena relación omega-6 y 3 se nota en múltiples niveles:

  •   Mejora el funcionamiento del sistema inmunitario resolviendo mejor la inflamación y las enfermedades autoinmunes como el artritis reumatoide, asma o enfermedad de Crohn.
  •   Mejora la tensión arterial y niveles de colesterol
  •   Reduce la posibilidad de ataque cardíaco hasta en un 45%
  •   Controla arritmias cardíacas
  •   Reduce el riesgo de depresión y ansiedad
  •   Retrasa la progresión del Alzheimer
  •   Mejora el trastorno por déficit de atención e hiperactividad

En resumen, corazón, cerebro, retina y sistema inmunitario son los que se ven primeramente beneficiados. 

Para alcanzar esta buena proporción la alimentación actual no nos pone fácil la obtención de buenos niveles de omegas. Los cambios en las prácticas agrícolas, cambios en variedades de cultivo, cambios en el procesamiento y conservación de los alimentos, han hecho que hoy comamos más pero con menos nutrientes. Un ejemplo muy claro está en el pescado. He comentado que el pescado azul es una buena fuente de omegas, pero el salvaje. El de piscifactoría no aporta ni el 10% de omega-3 que uno salvaje y eso es por la alimentación que reciben los pescados de granja. 

Tercera conclusión: es importante considerar la suplementación con Omega-3, especialmente DHA y EPA, para asegurarse de obtener suficientes cantidades de estos nutrientes importantes.

Si estás tomando ya suplementos de omega-3, es importante tener en cuenta que la calidad y la cantidad de estos suplementos marca la diferencia, ya que encontramos mucha variación en el mercado. Habla con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento.

La investigación ha demostrado que el consumo regular de Omega-3, especialmente DHA y EPA, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos neurológicos, enfermedades inflamatorias y trastornos mentales e incluso en el tracto respiratorio. También se ha demostrado que son esenciales durante el embarazo y la lactancia para el desarrollo normal del cerebro y la vista del bebé. El omega 3 tiene a su vez, un importante impacto en la composición bacteriana de nuestro intestino. Lo que llamamos la microbiota intestinal

Un buen nivel de omega 3 y un buen equilibrio de la microbiota, marcarán un buen estado de salud ya sea desde un punto de vista preventivo como de mejora de una enfermedad. Y digo aquí deliveradamente omega-3, porque gracias a nuestra alimentación actual, tenemos suficiente omega-6 y necesitamos del 3 para equilibrar.

Ante la evidencia, ¿qué es lo primero que tienes que hacer? 

Mi recomendación es que compruebes tus niveles de omega-3 con una prueba que puedes hacer en mi consulta o cómodamente en tu casa.

Esta prueba o test es un indicador de la relación entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6 en las membranas de tus células de tus 3-4 meses pasados. A parte, también te medirá el índice omega-3 celular y la cantidad de grasas trans que tienes incorporada por culpa de la alimentación industrial. 

Mi segunda y última recomendación es que desde ya, equilibres al máximo tu alimentación consumiendo más pescado graso salvaje y de aguas frías a ser posible y disminuyendo la ingesta de carnes y procesados, o simplemente, suplementándote correctamente.

Microbiota, disbiosis y SIBO

Antes se llamaba flora bacteriana, ahora la llamamos Microbiota Intestinal y es el conjunto de microorganismos, no sólo bacterias, también hongos, arqueas, virus y parásitos que residen en nuestro intestino y que todos juntos se estima que llegan a pesar entre 1-2kg. También hay microbiota en la piel o en la vagina, pero la más compleja, diversa y numerosa es la del intestino, concretamente en el intestino grueso. Esta microbiota intestinal nos ayuda con la digestión de alimentos, la producción de vitaminas y la protección contra microorganismos patógenos. Mira el vídeo en YouTube.

Esta relación íntima con nuestro cuerpo es una simbiosis imprescindible para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, que mantiene un importante diálogo con nuestro sistema inmunitario y condiciona positivamente nuestra salud. 

Tu dieta da forma a la microbiota intestinal, y se podría decir “dime qué comes y te diré qué composición tienes”. Pues bien, las personas con una buena alimentación tendrán un perfil menos inflamatorio y mayor diversidad/riqueza microbiana.

Se ha considerado a la microbiota como un «órgano» imprescindible para la vida y con influencia en la salud y la enfermedad por su capacidad metabólica y creando la identidad de cada individuo. En función de tu genética, tu alimentación e interacción con el medio ambiente, la microbiota tiene una composición única para ti y se vuelve un sello de identidad personal. 

Pero, ¿puede enfermar esta microbiota?¿Puede malfuncionar?

Pues sí, un cambio en la composición de la microbiota va a producir alteraciones en tu día a día. Muchas enfermedades se relacionan con un cambio en la microbiota: obesidad, diabetes, cáncer, trastornos neurológicos como la depresión, autismo, ansiedad, Parkinson… No quiero alamar a nadie nombrando estas enfermedades, ya que sólo se ha establecido una relación, nadie dice que un cambio en la composición de la microbiota sea la única causa ni que restableciendo la microbiota, se cure ninguna enfermedad. 

Una de las alteraciones que puede sufrir la microbiota es un desequilibrio en la composición y función de la microbiota intestinal y lo llamamos disbiosis.

Otra alteración muy frecuente es el sobrecrecimiento de bacterias ocupando parte del intestino delgado. Es el famoso SIBO

Causas de la disbiosis

  • el uso excesivo de antibióticos, 
  • una dieta pobre en fibra y alta en grasas, 
  • un consumo regular de alimentos procesados y azúcares refinados, 
  • el estrés crónico, 
  • la falta de sueño, 
  • cambios hormonales
  • enfermedades como el sd. Del intestino irritable, la enfermedad celíaca
  • infecciones intestinales
  • sedentarismo
  • alcohol y tabaco, etc. 

Sabemos que hay genes que pueden influir en la composición y función de la microbiota intestinal, y esto explicaría porque ante el mismo estilo de vida, unas personas experimentarán unas molestias y otras no. 

¿Qué problemas ocasionaría una disbiosis intestinal en personas sanas?

Las molestias más comunes incluyen:

  • Problemas digestivos como diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, hinchazón, gases y acidez estomacal.
  • Una microbiota intestinal desequilibrada puede afectar la capacidad del intestino para procesar ciertos alimentos y puede aumentar el riesgo de alergias e intolerancias alimentarias.
  • Problemas de piel: acné, rosácea, eczema y psoriasis.
  • Problemas de sueño: insomnio o somnolencia excesiva. La falta de sueño, a su vez, alimentará la disbiosis. 
  • Afectación del estado de ánimo, aumentando el riesgo de depresión y ansiedad.
  • Una bajada de defensas aumentando el riesgo de infecciones y enfermedades autoinmunitarias.

Es importante identificar y tratar la disbiosis intestinal para prevenir problemas de salud a largo plazo.

¿Cómo se trata una disbiosis?

Lo primero de todo, es tratar la causa subyacente si la hay. Tratar la infección con antibióticos o antiparasitarios.

Lo segundo, es hacer cambios radicales en la dieta para ir a una dieta rica en fibra, alimentos fermentados (chucrut, kéfir, yogur o kimchi) y evitar el consumo de alimentos procesados, azúcares refinados, alimentos grasos y alérgenos alimentarios.

Una vez hecho lo fundamental, te sugiero:

  • Un buen tratamiento con buenos probióticos que sean específicos para repoblar la microbiota intestinal con bacterias beneficiosas. No me refiero a comprar probióticos en la farmacia, me refiero a tratar con diferentes probióticos de alta calidad el problema concreto. Estos tratamientos pueden durar de 3 a 6 meses. Los probióticos son microorganismos vivos en cantidades suficientes para mejorar aún más nuestra salud.
  • Reduce el estrés como puedas, la meditación y el yoga son muy accesibles.
  • Haz un uso prudente de los antibióticos y siempre bajo prescripción médica. 
  • El uso de probióticos es una alternativa cada vez más empleada para regular y restaurar la microbiota bacteriana normal con fines preventivos, terapéuticos o nutricionales.

¿Son lo mismo disbiosis y SIBO?

SIBO (Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado) y disbiosis son dos condiciones diferentes relacionadas con el desequilibrio de la microbiota intestinal, pero no son lo mismo.

El SIBO es una condición en la cual hay un exceso de bacterias en el intestino delgado, una zona del tracto gastrointestinal que normalmente tiene pocas bacterias. Las bacterias se han reproducido en cantidad y migran hacia arriba, desde el colon hacia el intestino delgado y allí proliferan.

Los problemas del SIBO

  • dolor abdominal, 
  • diarrea, 
  • flatulencia o eructos, 
  • hinchazón y distensión abdominal
  • Indigestión
  • deficiencias nutricionales. 

El SIBO puede ser causado por diversos factores, como la disfunción motora del intestino, el uso prolongado de antibióticos y otros fármacos, la enfermedad de Crohn, el síndrome del intestino irritable y divertículos entre otros. Es más frecuente en mujeres y en personas que han requerido de más medicación (antibióticos, omeprazol…) y en personas con enfermedades crónicas como la diabetes, el hipotiroidismo, hígado graso o la rosácea. 

¿Por qué tenemos este tipo de síntomas ante un SIBO?

Pues porque al haber más bacterias, fermentan más los hidratos, produciendo más gas y agua. 

Hay más descomposición de nuestra bilis y no se absorven tantas vitaminas liposolubles (como la Vitamina D).

Estas bacterias consumen más y nos privan de absorver todo lo que deberíamos.

Alteran la absorción de hidratos de carbono y pensamos que no los toleramos.

Provocan inflamación intestinal y aumentan la permeabilidad intestinal, permitiendo que penetren en la sangre, moléculas que antes no podían entrar. Así generamos alergias alimentarias.

¿Hay alguna herramienta diagnóstica para el SIBO, o sólo nos basamos por los síntomas?

Sí, tenemos los tests del aliento, que detectan metano o hidrógeno en el aliento. Las bacterias del SIBO generan estos gases al metabolizar los hidratos de la dieta. Pero desgraciadamente, estos tests no son todo lo fiables que querríamos y tienen una elevada prevalencia de falsos positivos. Debes siempre utilizarlos con supervisión médica para interpretarlos bien.

Tratamiento del SIBO

El primer escalón que te propongo es que incluyas en tu dieta alimentos ricos en fibra y reduzcas carbohidratos fermentables (FODMAPs) ya que son difíciles de digerir y pueden causarte los síntomas gastrointestinales que te comentaba anteriormente. Pero atención, no se recomienda seguir una dieta baja en FODMAPs a largo plazo, ya que puede reducir la diversidad de la microbiota intestinal y limitar la ingesta de nutrientes esenciales.

Segundo, probióticos. No puedo entender que no sea el tratamiento de elección. Me refiero siempre a los probióticos que tienen demostrados científicamente los efectos deseados sobre la salud. Éstos deben ser de origen humano y de IV generación, que resisten el ácido gástrico y llegan perfectamente en el intestino. Si cumplen estas características, facilitarán la digestión, mejorarán la función de barrera intestinal y ayudarán a producir metabolitos interesantes como vitaminas o ácidos grasos de cadena corta. 

Si aún con estas dos primeras opciones, no hay mejoría, es lícito probar con los antibióticos. Aquí el sentido es reducir la cantidad de bacterias, ya que estamos tratando un sobrecrecimiento, pero os recuerdo que los antibióticos, lo matan todo: bacterias patógenas pero también las de nuestra microbiota habitual. 

Existen recurrencias del SIBO y prevenirlos con un buen estilo de vida y uso de probióticos será clave en el tratamiento a largo plazo. 

Por último, quiero insistir en que el tratamiento del SIBO y de la disbiosis debe ser individualizado y supervisado por un profesional de la salud.

Descubre los beneficios de la carboxiterapia y cómo funciona

La carboxiterapia es un tratamiento estético cada vez más popular que consiste en la inyección de dióxido de carbono (CO2) en la piel. Como mencionamos en otro artículo, esta técnica se utiliza para reducir la celulitis, mejorar la apariencia de la piel y tratar otros problemas estéticos. En este artículo profundizaremos en los beneficios de la carboxiterapia, cómo funciona el tratamiento y algunos datos adicionales que pueden ser interesantes para ti.

Beneficios de la carboxiterapia

Los beneficios de la carboxiterapia son múltiples, y aquí te presentamos algunos de los más destacados:

  1. Mejora la circulación sanguínea: La carboxiterapia ayuda a mejorar la circulación sanguínea en las áreas tratadas, lo que a su vez estimula el metabolismo y ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo.
  2. Reducción de celulitis y grasa localizada: Una de las principales razones por las que muchas personas optan por la carboxiterapia es para reducir la celulitis y la grasa localizada. El dióxido de carbono ayuda a destruir las células de grasa, lo que reduce su tamaño y mejora la apariencia de la piel.
  3. Rejuvenecimiento de la piel: La carboxiterapia estimula la producción de colágeno, una proteína esencial para mantener la piel joven y saludable. Al aumentar la cantidad de colágeno en la piel, se reduce la aparición de arrugas y líneas de expresión.
  4. Tratamiento de estrías: Las estrías son marcas que aparecen en la piel debido al estiramiento excesivo, y son especialmente comunes durante el embarazo. La carboxiterapia puede ayudar a reducir la apariencia de las estrías al estimular la producción de colágeno en la piel.
  5. Reducción de ojeras: Las ojeras son un problema común que afecta a muchas personas. La carboxiterapia puede ayudar a reducir la apariencia de las ojeras al mejorar la circulación sanguínea en la zona de los ojos.

¿Cómo funciona la carboxiterapia?

La carboxiterapia se basa en la inyección de dióxido de carbono (CO2) en la zona a tratar. El CO2 es un gas natural que se encuentra en el cuerpo humano y se elimina a través de la respiración. Cuando se inyecta CO2 en la piel, el cuerpo lo reconoce como un gas extraño e inmediatamente aumenta el flujo sanguíneo y la oxigenación en la zona tratada.

Este aumento en la oxigenación y el flujo sanguíneo ayuda a estimular el metabolismo y la producción de colágeno, lo que puede mejorar la apariencia de la piel. Además, también ayuda a reducir la retención de líquidos y a mejorar la eliminación de toxinas y desechos del cuerpo.

La carboxiterapia también puede ayudar a reducir la inflamación y la grasa localizada en la zona tratada. El gas CO2 inyectado puede descomponer las células de grasa y mejorar la eliminación de las mismas.

En resumen, la carboxiterapia funciona al estimular la circulación sanguínea, el metabolismo y la producción de colágeno en la zona tratada, lo que ayuda a mejorar la apariencia de la piel y reducir la inflamación y la grasa localizada.

Es importante destacar que la carboxiterapia es un tratamiento seguro y no invasivo que realizamos en nuestra consulta. Los resultados pueden variar según el paciente y la zona tratada, pero en general se pueden observar mejoras significativas después de pocas sesiones de tratamiento.

¿En qué zonas del cuerpo se puede aplicar la carboxiterapia? 

Es un tratamiento muy versátil y se puede aplicar en diferentes partes del cuerpo. A continuación, te mencionamos algunas de las zonas donde se solemos aplicar la carboxiterapia en nuestros pacientes:

  1. Abdomen: El abdomen es una de las zonas del cuerpo donde la carboxiterapia es más efectiva para reducir la grasa localizada y la flacidez. Además, también puede ayudar a mejorar la apariencia de la piel y disminuir la celulitis.
  2. Piernas: La carboxiterapia es muy efectiva para tratar la celulitis en las piernas, ya que ayuda a mejorar la circulación y reducir la retención de líquidos. También puede ser útil para reducir la grasa localizada en esta zona.
  3. Glúteos: La carboxiterapia es una técnica muy popular para tratar la celulitis y la flacidez en los glúteos. Además, puede ayudar a mejorar la forma y la apariencia de los glúteos.
  4. Rostro: La carboxiterapia facial puede ayudar a mejorar la apariencia de la piel, reducir las arrugas y las líneas de expresión, y estimular la producción de colágeno y elastina. También puede ser útil para reducir las ojeras y mejorar la circulación en la zona del rostro.

Es un tratamiento muy seguro y efectivo para mejorar la apariencia de la piel y reducir la celulitis y la grasa localizada en diferentes zonas del cuerpo. Sin embargo, es importante que te asegures de que el tratamiento sea realizado por un profesional capacitado y con experiencia en esta técnica para obtener los mejores resultados posibles.

¿Cuántas sesiones se necesitan?

El número de sesiones de carboxiterapia necesarias varía según la zona a tratar y las necesidades específicas de cada paciente. En general, se recomiendan al menos 6 a 10 sesiones para obtener resultados óptimos.

Cada sesión de carboxiterapia suele durar de 5 a 10 minutos, dependiendo de la zona a tratar. Durante la sesión, se realizan pequeñas inyecciones de CO2 en la zona a tratar. Es normal sentir una ligera presión o sensación de picazón durante el tratamiento.

Es importante seguir el plan de tratamiento que se recomienda  para obtener los mejores resultados.

Conclusión

 En resumen, la carboxiterapia es un tratamiento estético eficaz y seguro que ofrece una amplia variedad de beneficios. Desde la reducción de la celulitis y la grasa localizada hasta el tratamiento de las estrías y la mejora de la circulación sanguínea, la carboxiterapia puede ayudarte a obtener la figura que siempre has querido y a mejorar la salud de tu piel.

Si estás interesado en probar la carboxiterapia, asegúrate de acudir a un profesional adecuado. Son varios los pacientes que visitan mi consulta cada mes desde hace más de 10 años, consiguiendo una mejor calidad de vida con resultados avalados.

Si estás interesado en experimentar la carboxiterapia, reserva una cita sin compromiso y aclara todas tus dudas.